Todo comenzó cuando en el año 1990 mi madre me regaló sus títeres y su teatrino de madera, esto me traslado a un increíble mundo en donde poco a poco voy dando vida a un resultado inesperado. Nuestras primeras funciones fueron en la playa «Las Torpederas de Valparaíso», donde con una radio a pilas y un cassette que contaba con sonidos de tambores y música grabada con mi guitarra….

Después estuve aproximadamente 5 años en la Plaza Victoria en Valparaíso, mi mejor escuela fue la calle y su público inquieto, estando horas con los brazos en alto, al terminar mi función pasaba la manga o gorra, muchos sábados y domingos al lado de los juegos mecánicos y un refalín gigante, con mis amigos del carrito de algodones y palomitas, la pesca milagrosa y algunos payasos y malabaristas, muchos artistas de paso. Los dos últimos años en Plaza Victoria conocí a uno de mis primeros colegas titiriteros el “Pepino” y su perrito Chihuahua, compañero de oficio con quien nos turnábamos para hacer las funciones, recuerdo que al término del show mandábamos a la gente a ver la función del otro. Al pasar el tiempo tuve la inquietud de querer mejorar todo y poder entretener, educar a muchos mas con mi arte callejero y comenzó un mágico camino. Mi apellido se transformo en nuestra marca terminando un show solidario en un hogar fundación un niño escribe de manera irregular en mi mano «GUAICO TITERES», esa acción es el logo que conocen hoy. Pasamos un terrible incendio donde perdimos todo el año 2007 en Av.Pedro Montt, Valparaiso, una terrible Pandemia que nos dejo sin aliento, nada podrán detener nuestras ganas de ser un aporte para la niñez. Que vivan los Titeres.